MURRAY
SCHAFER
"Actualmente
se está necesitando una revolución equivalente entre los varios
campos de los estudios sonoros. La revolución consistirá en la
unificación de aquellas disciplinas que se ocupan de la ciencia del
sonido y aquellas que se ocupan del arte del sonido. El resultado
será el desarrollo de las interdisciplinas ecología acústica y
diseño acústico".
La
empresa del compositor canadiense es la de ordenar el entorno sonoro,
apelando a una ecología sonora, pero con un trasfondo estético:
«para
comprender lo que yo entiendo por estética acústica, consideremos
al mundo como una inmensa composición musical que se desplegaría
sin cesar ante nosotros».
El
sonido es la "voz" de una sociedad, de un paisaje, de un
medio ambiente. Si comprendemos los significados del sonido
comprenderemos lo que un lugar, una sociedad están diciendo acerca
de sí mismos. Si comprendemos el comportamiento del sonido podremos
oír cómo una sociedad se comporta en relación con su medio
ambiente. Si oímos nuestra propia audición, también podremos oír
la manera en que nuestra propia producción de sonidos en la vida
diaria influye sobre la calidad del paisaje sonoro.
R.
Murray Schafer escribió: "Yo
creo que el medio ambiente acústico general de una sociedad puede
entenderse como un indicador de las relaciones sociales, de las
cuales es consecuencia, y que a través suyo podemos conocer algunas
cosas acerca de la dirección de desarrollo de dicha sociedad."
PASCAL
QUIGNARD
Algunos
sonidos, algunas melodías dicen en nosotros qué “antiguo tiempo”
hace hoy en nosotros.
Hay
en toda música preferida un poco de sonido antiguo agregado a la
música misma. Especie de música intercalada que descalabra el suelo
y se dirige en seguida a los gritos que padecimos cuando ni siquiera
nos era posible percibir su origen, y sin que nos sea posible
nombrarlos. Sonidos no visuales, que ignoran para siempre la vista,
deambulan en nosotros. Sonidos arcaicos nos persiguieron, Aún no
veíamos. Aún no respirábamos. Aún no gritábamos. Oíamos.
La
audición prenatal prepara el reconocimiento postnatal de la madre.
Desde
el primer instante los sonidos estremecen al recién nacido,
modifican su ritmo respiratorio, su aliento, es decir, su alma,
transforman su ritmo cardíaco, inducen al parpadeo y los movimientos
desordenados de todos sus miembros.
Desde
el primer instante la audición de los llantos de otros recién
nacidos despierta su propia agitación y lo induce a derramar sus
propias lágrimas.
Oír
es obedecer. En latín escuchar se dice obaudire,
que derivó a la forma castellana obedecer.
La audición, la audientia,
es una obaudientia,
es una obediencia. Los sonidos que el niño oye no nacen en el
instante de su nacimiento. Mucho antes que pueda ser emisor, comienza
a obedecer a la sonata materna.
LLORENC
BARBER
Somos
cuanto escuchamos. La escucha nos reinventa día a día.
HOMO
AUSCULTANS: la actividad más blanda
y persistente de nuestro vivir - la
escucha - testifica la
transitoriedad permanente y profunda que somos y que es cuanto nos
rodea.
HOMO
SONORUS: pero también somos lo que
sonamos: emitimos "signa", señales. y entre los sonidos
que generamos, el más íntimo es aquel que nace dentro de ese cajón
que somos.
HOMO
PHONICUS, fonamos. somos nuestros
pliegues - aireados y húmedos - fonan, emiten phonos que son "signa"
de desastroso "yo" mal sentado en este cosmos.
HOMO
URBANUS: para vivir, construimos
seguridades que amontonamos apoyándose las unas a las otras,
formando calles y plazas, esto es pueblos y villas que cuando abultan
se visten de mayores y las llamamos ciudades. y también tienen voz,
también rugen desprediendo "sonido y furia" (la ciudad
áfona y monótona)
HOMO
SILENS silencios mudos, espesos,
tranquilos, expectantes, secos, amargos, de séptimo sello, sombríos,
vacíos y estruendosos entre otros muchos
HOMO
MUSICUS: para que nunca jamás
volvieran los malos tiempos de piedra y opacidades ordenaron fundir -
ARS INCOGNITA -
vasos de bronce de muy plateado y suculento sonido-nido-ido-do-oh, y
se les recomendó la dulce y esforzada tarea de sacralizar las brisas
y de husmear los registros de memoria humana de forma que oir
campanas.
FRANK
ZAPPA
“Un
compositor es un tipo que da vueltas a crear insospechadas
moléculas de aire... ¿Quieres ser un compositor? Ni siquiera es
necesario que sepas escribirlo. El material que queda por escrito no
es más que una receta. Si puedes pensar en el diseño, puedes
ejecutarlo; es sólo un haz de moléculas de aire, ¿quién lo
comprobará sino tu mismo?
Sigue
estas instrucciones:
2.
Empieza una pieza en algún momento.
3.
Haz que algo suceda en un período de tiempo (no importa lo que
suceda en tu "agujero de tiempo": para decirnos si es
bueno o no tenemos a los críticos, así que no te preocupes por esa
parte).
4.
Termina la pieza en algún momento (o déjala fluir y dile al público
que es una "obra en progreso").
5.
Consigue un trabajo de medio día, para poder seguir componiendo
obras como ésta.”
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